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Artículo: Querido diario: bajando lentamente del pedestal

Querido diario: bajando lentamente del pedestal

Como mujeres, nos criaron con la idea de cuento de hadas de que alguien debía ponernos en un pedestal para que nos amara de verdad.

Ser puesto en un pedestal es ser adorado.

Para ser adorado generalmente se requieren algunos atributos materiales como belleza, fisicalidad, talentos, buen comportamiento y logros socialmente elogiados.

¿Por qué estar en un pedestal es una pesadilla?

1. Porque significa que nunca podemos cometer errores, lo que requiere niveles de perfección eternamente inalcanzables (envejecer es un pecado, ponerse gordo no es digno, estar siempre alegre es como deleitas a todos con tu chispa. Al diablo con eso último).
2. Porque siempre hay un sustituto para la reina o el rey en el pedestal. Porque así funciona la monarquía, amigos.
3. Porque al caerte de un pedestal es muy probable que te caigas de cara y eso hace que levantarte e intentarlo de nuevo sea MUY jodidamente estresante.

En resumen: no quiero estar en el pedestal de nadie. Quiero caminar de la mano. Cometer errores. Corregir algunos. Volverme más sabio con la edad. Engordar el trasero. Que me salgan patas de gallo de tanto reírme durante décadas.

Toma tu pedestal y mételo en el tuyo. ¡Aterricemos!